Te levantas de la cama y miras la foto en la que un día fuiste adolescente. Te das cuenta que el tiempo pasa y que tienes que avanzar sin mirar al pasado. Hoy puede ser el dia, camina sin que nadie pueda frenarte, sin miedo de volver a empezar. El mundo no está echo para cobardes.
Muy bonito e interesante. Tienes toda la razón..
ResponderEliminarpero siempre te queda esa melancolía...
Un abrazo!!
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